Para el 2016, en vez de fijarte expectativas poco realistas y decir “luego lo cumplo” el 20 de enero y en seguida encender el televisor y ver un programa mientras devoras una pizza con masa rellena de queso, intenta lograr estos cambios factibles que en realidad podrán durar hasta febrero o más. Y si intentarlos todos te resulta un poco abrumador, inicia sólo con uno.
Reduce la cafeína
Una buena idea sería reemplazarla por té verde. Se supone que eso sería SENCILLO, pero a veces es mejor comenzar poco a poco con pequeños (pero grandes) pasos. Haciendo esto te ayudará a reducir el nerviosismo y mejorar la calidad de sueño entre otras cosas.
Si te opones totalmente a reducir a la mitad tu consumo de cafeína por las mañanas, al menos inténtalo para la dosis de la tarde. Los suplementos que contienen té verde o ginseng pueden ser una opción increíble pero con muchos más beneficios a largo plazo.
Toma a diario un suplemento nutricional
En caso de haber ignorado cada artículo relacionado a la salud el año pasado (¡es posible!), permíteme presentarte los suplementos: éstos contribuyen a mantener la salud y el bienestar. Pueden ser vitaminas, minerales, hierbas u otras plantas, amino ácidos (los cimientos individuales de las proteínas), u otras partes de estas sustancias. Pueden presentarse en forma de pastillas, cápsulas, tabletas o líquidos. ¡Muy fáciles de agregarlos a tu vida diaria!
Incorpora vegetales en tu desayuno
Los cambios alimenticios más exitosos surgen por agregar, no por quitar, así que en lugar de decirle no al azúcar/harinas/lácteos/comida rápida/ etc., quítate la ansiedad con cosas buenas.
¿Vegetales para el desayuno, quizá? Sí, tal vez no sea tan malo. Elige una avena sabrosa acompañada con espinacas y champiñones salteados, o un omelet con repollo y berenjena, una malteada de proteína, una tostada de aguacate con cebolla y tomate. ¡ENSALADA para el desayuno!
Fuente: http://www.huffingtonpost.com/
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